El 19 de enero de 2001, Joaquín “El Chapo” Guzmán, el líder del Cártel de Sinaloa, la organización del narcotráfico más grande de México, escapó del penal de Puente Grande, Jalisco, después de permanecer ocho años en prisión.
El diario Reforma publicó que el gabinete de Seguridad del presidente Enrique Peña Nieto elaboró un reporte que rastrea al círculo más cercano de Guzmán Loera: familiares, amigos, socios, mandos y hasta exparejas sentimentales.
El documento también informa que en estos años que Guzmán Loera ha permanecido prófugo de la justicia sólo se le ha ubicado en dos regiones urbanas, en Culiacán, capital de Sinaloa, y en Los Cabos, en Baja California Sur. Cuando las autoridades federales intentaron aprehenderlo, “El Chapo” logró huir.
Otro de los datos que arroja el informe del gobierno federal es que “El Chapo” tiene diabetes y una enfermedad cardiovascular, además que gusta de las fiestas y los lujos desmedidos.
Joaquín Guzmán Loera fue detenido en 1993 en el puente internacional del Talismán, en Guatemala. Posteriormente lo llevaron a México al penal de Almoloya. Dos años después, en 1995, “El Chapo” fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
Guzmán Loera estuvo preso por los delitos de homicidio, contra la salud, delincuencia organizada, acopio de armas y tráfico de drogas. En Puente Grande, “El Chapo” gozaba de privilegios como bebidas alcohólicas, drogas y comida especial, además de que, desde la cárcel, mantenía el control de su organización delictiva, según la Procuraduría General de la República (PGR).
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